Este año he
aprendido que tanto la pareja como las relaciones con amigos, familiares,
allegados, etc., tienen un incalculable valor.
He
aprendido que, aunque no estén cerca, aunque no los puedas abrazar, besar,
tocar o acariciar, te hacen sentir que formas parte de su vida en este gran
viaje repleto de aventuras que es la vida.
La
soledad me ha hecho entender que llegó el momento de abandonar la creencia de
que, por derecho, nos tienen que dar sin condición lo que no supieron
enseñarnos: que podíamos darnos a nosotros mismos sin crear deudas emocionales,
desde la carencia, la falta de cariño, confianza, respeto, apoyo, etc.
La
soledad me ha hecho entender que llegó el momento de abandonar la creencia de
que, por derecho, nos tienen que dar sin condición lo que no supieron
enseñarnos: que podíamos darnos a nosotros mismos sin crear deudas emocionales,
desde la carencia, la falta de cariño, confianza, respeto, apoyo, etc.
La
sociedad nos enseñó que el amor solo era posible recibirlo a través de otras
personas.
Interpretamos
que cuidarse o amarse a uno mismo era sinónimo de egoísmo y, por ende, buscamos
desesperadamente aprobación en una pareja, en amigos o en grupos de personas en
los que poco a poco vamos perdiendo el interés, la ilusión y la confianza por
no cubrir nuestras expectativas de llenar un hueco sin fondo que se convierte
en vacío existencial.
Si
perdiéramos ese pánico, si dejáramos atrás ese miedo al vacío y valoráramos lo
importante que es estar a gusto con nosotros mismos, con respeto, paciencia,
cariño y aceptación, encontraríamos una forma nueva de sentirnos plenos sin la
necesidad de recibir esas carencias desde afuera. Así nuestras relaciones
sociales serían menos dependientes y nos relacionaríamos desde la riqueza de
compartir, acompañar y disfrutar; y no desde la necesidad.
Cuando
el amor rebosa en ti ayudas a recargar en tiempos complicados el desgaste que
por circunstancias como las que estamos viviendo en esta pandemia muchos están
soportando por la pérdida, la soledad y la enfermedad.
En
estos meses he observado a mi alrededor falta de lo que yo denomino: “dulzura y
amabilidad” hacia nosotros mismos.
Esta
carencia de no darnos agravada por la situación actual de desgaste tan dilatada
en el tiempo ha derivado en una distorsión en forma de agresividad reproches
intolerancia y polarización.
Muchos
hemos perdido el rumbo por no recibir las dosis a las que estamos tan
acostumbrados de “cianuro” que no es otra cosa que dependencia emocional.
El
mejor antídoto en estos tiempos ha de ser la paciencia el apoyo el respeto la
empatía y la compasión entre otros muchos valores.
Es
cuando me doy sin esperar a recibir nada a cambio y acompaño a otros sin juicio
sin deuda desde la abundancia de lo que sí tengo desde lo que soy cuando recibo
el mayor regalo: la gratitud y el bienestar.
Con
todo este trabajo de cuidado cariño y aceptación llegamos a ser firmes teniendo
presente lo que verdaderamente es importante para mí dando valor y sentido a
mis decisiones y acciones. De esta manera se diluye mi enfado cuando sé que he
hecho lo correcto así siento que mi herida desaparece.
Cuando
siento de nuevo el vacío me pregunto:
¿En
qué momento aprendí que no podía solo?
¿En
qué momento me enseñaron que ser feliz era algo que debía exigir a los que
tenía cerca?
¿En
qué momento me convencí de que todo el dolor era provocado desde fuera a causa
de lo que no me daban porque yo todo lo merecía?
¿En
qué momento aprendí a no ser responsable de mí mismo?
¿En
qué momento aprendí a no valorarme amarme y respetarme por lo que soy?
¿En
qué momento aprenderé a responsabilizarme a ser libre y feliz?
Llegó
la hora de desaprender reflexionar y volver a aprender.
Ahora
es el momento de estar en paz contigo para que el mundo esté en paz contigo.
Recuerda
como es adentro es afuera.
EL VALOR DE 2020 ERES TÚ.
EL
VALOR DE 2020 ES LO QUE COMPARTES DE MANERA PRESENTE Y EN LA DISTANCIA.
Sesión online y presencial de Coachingxvalores:
¿Qué conseguirás?
- Saldrás con tus valores claramente identificados.
- Los habrás priorizado y tendrás clara la jerarquía de tus valores y cómo te están afectando en tu día a día.
- Detectarás posibles incongruencias entre ellos y obtendrás el método para eliminarlas.
- Experimentarás cómo este modelo te va a facilitar enormemente la tarea de producir cambios duraderos.
- Sentirás la potencia que tiene trabajar con valores y cómo ayuda a desbloquear situaciones encalladas.
¿Qué son los valores?
- Los valores generan emociones. Los cambios vienen generados por lo que hacemos con esas emociones.
- Son conceptos mentales relativos a cada persona que una vez llevados a la acción se hacen sólidos, y eso es lo que conforma la personalidad de cada uno.
- Son la energía que hay detrás de nuestras metas.
- Los valores ayudan a que nos comprometamos.
Javi Muñoz
Terapeuta Transpersonal
Certificado Internacional en Coachingxvalores
Instructor de Yoga
Para más información: